Teresa Helbig es capaz de mezclar la fragilidad romántica con la fuerza de la mujer contemporánea y buscar inspiración en los ambientes de los clubes nocturnos de jazz. Ella maneja con el mejor pulso estas tres variables para presentar vestidos con corte bajo, en la cadera, y en tejidos de gasa. A veces los alterna con shorts de cuero negro y los completa con chalecos de pelo en rosa palo. En el ritmo del desfile, conforme sube la pedrería en la tela, baja el tono de colores, desde el negro hasta el nude tan característico de la diseñadora.
