Conoce Kiki Kannibal, la chica más odiada de Internet.

Lo primero que Kiki Ostrenga vio mientras hacía footing por la puerta principal de su rancho familiar fue la palabra “puta” escrita en letras verde neón. Se detuvo en seco. "Tal vez sea sólo un sueño", pensó. Tenía 14 años y se quedó sin aliento cuando llegó a la puerta. La casa de sus padres había sido manchada con chocolate, salsa de tomate y huevos. Y a través de la puerta del garaje, grande como un cartel, fue garabateada la palabra "puta".
"Oh, Dios mío", susurró Kiki. Su madre y su hermana, de 11 años, salieron de casa y el terror se apoderó de sus caras. Fue entonces cuando Kiki estalló en sollozos. Era más de lo que podía aguantar. Durante el año pasado, había soportado los mensajes de odio en blogs, escritos amenazadores de correo electrónico, llamadas de madrugada y adolescentes gritando su nombre por la ventana del coche.

Esta misma semana, en un concierto de punk para todas las edades, un grupo de niñas reconoció a Kiki en la audiencia y saltó sobre ella. Pero este vandalismo de su casa era un diferente nivel de acoso.
Un año antes, Kirsten Kiki Ostrenga era una chica cualquiera en Coral Springs, Florida. Abrió una cuenta de MySpace y todo cambió. Kiki empezó a llenar su página con fotos sensuales de ella misma con mucho maquillaje y adoptó un personaje tan atrevido y escandaloso que contrastaba con su verdadera personalidad: torpe e insegura. Llamó a su creación "Kiki Kannibal" y se convirtió en una celebridad de Internet. Pero la fama le llegó tan salvajemente que no encajó el golpe. Primero fueron unos pocos insultos, luego un aluvión. Aquello se convirtió en una enorme bola de nieve y se produjo el gran efecto dominó: el deporte de miles de personas en la Red consistía en insultarla. A determinada gente no le gustó que una chica pre adolescente posará tan sexy y provocativa. Muchos se lanzaron hacia ella por pura envidia. Otros no se sabe muy bien por qué. Pero los insultos llegaban a Kiki por todos los flancos.
Kiki sigue llorando. Durante éstos últimos meses ha vivido en un reino torcido. Lleno de pederastas, adolescentes despiadados, acosadores, hackers, depredadores y especuladores. No se dio cuenta de que Internet puede ser el sitio perfecto para la gente con los impulsos más crueles. Su vida se convirtió en una parábola acerca de la conexión extrema y la celebridad en la era digital y la vida real.
Hay 530 perfiles de Facebook que dicen ser Kiki Kannibal, incluyendo uno con más de 20.000 seguidores, y ninguno de ellos son de la verdadera Kiki. Algunos son falsificaciones obvias, pero otros son difíciles de detectar. “Conocí a un tipo que había hablado con una que decía ser yo, pero era falso”, asegura Kiki.
Falsos perfiles de kikikannibal abundan en el Internet!

Ha recibido amenazas de muerte, han secuestrado a su gato y cada día recibe miles de insultos. Kiki Kannibal ha sido devorada por su propia fama involuntaria.
Podrás leer un amplio reportaje sobre este tema en los próximos números de ROLLING STONE.
http://www.rollingstone.es
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