Un humo blanco precedió a la colección de Francis Montesinos, quien eligió un bosque encantado del que salían ninfas coronadas de tocados de plumas, volantes en gasas, en tonalidades rosas, azules y verdes que recordaban a nenúfares.
Como es habitual, el valenciano puso la nota de color matutina en el primer día de la 55 edición de la pasarela madrileña. Y no se olvidó de ellos a quienes vistió de rosas y azules, en jerséis de lana con bufandas a juego o de negro, en lurex.
