Ana Locking, Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.


Con "la única concesión al charlestón" en forma de falda de flecos de césped artificial, Ana Locking retrocede a 1922, década que reinterpreta "con un patronaje complejo para no caer en el revival". Lo explicaba gráficamente momentos antes del pase, detallando los pormenores de un vestido tipo esmoquin "de corte sartorial, con pinzas en la cintura y espalda recta que transmite un efecto óptico extraño: parece ajustado, pero es bajo de cadera, a la manera de los 20". Con la premisa de la cápsula en el tiempo como excusa, Locking ha presentado 40 looks "muy comerciales, porque vivo de mis ventas" (desde hace tres temporadas comercializa su etiqueta en el portal yoox.com, además de en su taller a medida en Madrid, donde su clientela es "eminentemente masculina"), fundamentalmente vestidos; prendas de crêpe de chine, de lana y lúrex y abrigos de lana con cinturones de latón ensamblados a mano que se complementan con mocasines de piel de poni y originales bolsitos de mano en forma de paquete.