Gala del Museo Metropolitano de Artes de Nueva York.

La gala del Museo Metropolitano de Nueva York reúne a un sinfín de famosos en una apoteosis de glamour.    Ya es historia una de las galas más glamourosas del año. Una gala en la que moda y celebridades se dan la mano para pasear por la alfombra roja. El Costume Institute Gala del Museo Metropolitano de Artes, en Nueva York, trajo cabellos coloreados de rosa, infartantes escotes en la espalda, plumas, colores ácidos frente a los tonos pastel y mucha chica de oro. «La fiesta de los mil vestidos» rendía homenaje a dos grandes de la moda: Elsa Schiaparelli y Miuccia Prada.

Rosie Huntington-Whiteley optó por un Burberry que realzaba su figura en textura aterciopelada y combinando franjas horizontales en tonos chocolate y negro, mientras Heidi Klum vestía enteramente de encaje azul y abertura lateral en la falda en un diseño de Escada.

Radiante estuvo Cameron Diaz vestida de Stella McCartney con un diseño metalizado de manga larga, escote en la espalda y enteramente incrustado de «paillettes». Gisele Bündchen apostó por un diseño de Givenchy con escote generoso, cuajado de incrustaciones de azabache y corte sirena con abertura final con forma de volantes. Cate Blanchett apostó por un Alexander McQueen repleto de plumas. Rihanna también se decantó por el siempre acertado negro con un sencillo diseño de Tom Ford. Gwyneth Paltrow arrasó con un vestido corto de Prada en lavanda suave con apliques metálicos en los bolsillos, escote halter, corte tail hem y espalda al aire. Las más atrevidas fueron January Jones con un palabra de honor en amarillo ácido de Versace, y Emma Roberts, que tiró por el tono anaranjado con un diseño de escote corazón.

Scarlett Johansson sorprendió con un vestido compuesto por cuerpo de pedrería con escote barco y ceñido hasta debajo de las caderas, desde donde salía una falda de tul de color nude de Dolce & Gabbana. Karolina Kurkova llevó un diseño retro, de manga larga, cuello alto y marcando hombreras, con turbante de Rachel Zoe. Beyoncé dejó bastante que desear con un vestido de Givenchy que mezclaba transparencias, azabaches, encaje y plumas.